El mirador un lugar paradisiaco.El Mirador es una ciudad del préclasico tardío Maya, situada en la cuenca del Mirador, Petén, Guatemala que data del 600 a. C. y fue parcialmente abandonada ca. 150 d. de C. Fue posteriormente reocupada en el periodo clásico tardío y finalmente abandonada en el siglo IX d. de C.
El apogeo de El Mirador ocurre en paralelo con la formación de Tikal, en el Preclásico, un período que tan sólo hace unos años era poco conocido y considerado casi como una época donde la cultura maya era muy primitiva y sin ninguna capacidad de construcción. Los hallazgos recientes en excavaciones de entierros, y monumentos fechados en El Mirador Nakbé, Cival, Tintal, San Bartolo, y otras ciudades han representado un cuestionamiento a la que se creía de los Mayas del preclásico. Los primeros reportes de El Mirador se remontan a las exploraciones en 1933 de la expedición de la Institución Carnegie de Washington a cargo de los arqueólogos Karl Ruppert y John Denison Jr. quienes estuvieron en el sitio por unas cuantas horas. Posteriormente, en 1962 el explorador Ian Graham realizó el primer plano del sitio y las primeras excavaciones. Luego, un proyecto de la Universidad Brigham Young y la Universidad Católica de América realizaron las primeras excavaciones intensivas del sitio, logrando comprobar por medio de dataciones absolutas el fechamiento antiguo de tan inmensa ciudad. Conjuntamente, un proyecto de la Universidad de Harvard dirigido por el renombrado arqueólogo Arthur Demarest realizaron varias pruebas de sondeo en el Grupo Este y al norte del Complejo Tigre, recuperando varios ejemplares de cerámica de los períodos preclásico medio hasta el clásico tardío. Actualmente el Dr. Richard D. Hansen dirige desde hace varios años en El Mirador un programa de conservación e investigación a gran escala.
1 comentarios:
Lastima que nuestras autoridades Guatemaltecas no le dan importancia, de lo contrario lo estan dejando en manos de extranjeros eso es nuestro y lo debemos explorar cuidar y darlo a conocer al mundo la riqueza de nuestra cosmovision Maya.
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